Ya estamos en plena vendimia 2024, a medio camino de la época más importante del año para los viticultores. Casi todas las variedades de uva blanca han sido vendimiadas y, en esta segunda fase, nos concentramos en las variedades de uva tinta (merlot, syrah, tempranillo, picpoul, entre otras).
La Denominación de Origen Montsant inició oficialmente su vendimia 2024 en la tercera semana de agosto, aunque algunas bodegas ya registraban los primeros pesajes a principios de mes. Esto indica que, un año más, la DO enfrenta una vendimia más temprana de lo habitual en la región, y que, según las previsiones, será también más corta.
El Consejo Regulador ya ha contabilizado más de 1 millón de kilos recolectados, sobre todo en la zona sur de la DO. Como cada año, las diferencias regionales en el inicio de la vendimia son evidentes: por ejemplo, las bodegas del norte han empezado a vendimiar hace pocos días.
Previsiones de la vendimia
En cuanto a las previsiones de la vendimia, la DO Montsant anticipa una caída en la producción superior al 35% respecto a los datos promedio. La principal causa de esta reducción es la sequía extrema que afecta a la región, con muchas estaciones meteorológicas registrando menos de 250 litros debido al déficit hídrico acumulado desde 2021, lo que somete a los viñedos a un intenso estrés hídrico.
Los últimos días han estado marcados por lluvias, que siempre son bienvenidas para finalizar la vendimia. Sabemos que el agua habría sido más beneficiosa en junio, cuando las plantas la necesitaban para fortalecer la maduración de la uva, pero aun así, toda agua es bienvenida.
Desde las instituciones, el Gobierno de la Generalitat trabaja con urgencia para que las infraestructuras anunciadas por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, destinadas a llevar agua del Ebro a la comarca del Priorat, sean una realidad en 2027, adelantando la llegada de agua al embalse de Guiamets para el próximo año. Mientras tanto, insisten en la necesidad de garantizar ayudas compensatorias a bodegas y viticultores para paliar los efectos de la sequía en esta comarca, donde la agricultura es la base de la economía.
Calidad de la uva
A pesar de la reducción en la producción por la sequía, esta situación también ha favorecido la calidad de la uva. Aunque se espera una cosecha pequeña, será de gran calidad para los viticultores que han sabido adaptarse al cambio climático. Esta adaptación es un esfuerzo continuo a lo largo del año, trabajando en el campo para enfrentar este grave problema.
Ahora queda vinificar esas preciosas uvas para poder degustar, disfrutar y, por supuesto, vender este néctar tan importante para la comarca.
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